1Guárdame, oh ’El, porque en ti me he refugiado.2Dije a YHVH: Tú eres mi Señor, No hay para mí bien fuera de ti.3Para los santos y para los íntegros que están en la tierra, Es toda mi complacencia.4Multiplicarán sus dolores quienes corren tras dioses extraños; No derramaré sus libaciones de sangre, Ni en mis labios tomaré sus nombres.5YHVH es la porción de mi herencia y de mi copa. Tú sustentas mi suerte.6Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, Y es hermosa la heredad que me ha tocado.7Bendeciré a YHVH que me aconseja, Aun en las noches me corrigen mis riñones.8A YHVH he puesto siempre delante de mí, Porque está a mi diestra, no seré conmovido.9Por lo que se alegró mi corazón, y se regocijó mi gloria. Mi carne reposará también confiadamente,10Porque no dejarás mi alma en el Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.11Me mostrarás la senda de la vida, En tu presencia hay plenitud de gozo, Delicias a tu diestra para siempre.